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El Zen: la realidad del Inmanencia (Traducción de José Ken San Cantos)

En todas las circunstancias,

En todos los aspectos de nuestra vida,

La verdad eterna existe.

Etienne Mokusho Zeisler

 

Teisho – Sábado 12 febrero 2022

Keisen Sensei

“Algunas consideraciones sobre la Inmanencia” 

En dos ocasiones, en el contexto de reuniones de la plataforma interreligiosa de Ginebra, tuve la ocasión de hablar con un miembro de una religión teísta. Me di cuenta que le era imposible de comprender que nosotros no tengamos un Dios como referencia divina o superior a nosotros mismos. Que podamos desarrollar una alta ética humana por nosotros mismos. Me di cuenta igualmente que tenia dificultad a expresar mi experiencia, la cual es bien real.

Es verdad que Buda, que quiere decir un ser despierto, completamente humano y abierto a la realidad de todas las cosas, no es una entidad exterior; no hay un buda exterior a nosotros mismos dijo Lin-Chi y muchos mas.

Esta conversación me interpelo. Como explicar que nosotros creemos sinceramente desarrollar una ética de alta dimensión a través de nuestra practica y nuestro estudio, mas allá de nosotros mismos, entonces que no dispongamos de ninguna esencia o ser superior exterior que nos procure una certificación? Como darle un sentido mas allá de nosotros mismos a nuestra practica y verla bajo un ángulo universal y útil a todos? Como abordar el Budismo o el Zen como una espiritualidad entera? Si nosotros no estamos totalmente impregnados de esta visión, entonces perdemos nuestro tiempo. Nos sentiremos quizás mejor pero en ningún caso haremos que la rueda del Dharma gire.

Si lo que decimos es verdad, debemos ser capaces de expresarlo. Yo lo voy a intentar como un medio hábil. Lo voy a hacer utilizando palabras que tienen sentido y no con frases prefabricadas, eso espero humildemente.

Su Santidad Gyalwang Drukpa ha dicho: « Buda debe ser respetado al interior de vosotros mismos como el estado purificado y realizado de vuestro espíritu. No es algo que se puede esperar o visto como algo que existe al exterior. »

Mas allá de nosotros mismos, de lo que somos en nuestro samsara, con nuestras ilusiones, nuestros deseos, nuestros rechazos y a veces nuestras huidas, llevamos en nosotros nuestro propio ser despierto, Buda, nosotros mismos, en el estado puro de nuestro espíritu totalmente realizado. Este no refleja mas nuestro yo, se puede decir que esta mas allá de nuestro yo,  libre del ego que nosotros mismos hemos construido, se le puede llamar trascendente. Pero esta trascendencia no es una entidad, como un Dios exterior, es un concepto en nuestro espíritu, todo el resto es una simple palabra. Buda es nuestro espíritu y no hay ningún Buda fuera de nuestro espíritu.

Todo lo que es interno al ser o al orden de la realidad, todo que es incluido en la naturaleza del ser, como nuestra naturaleza de Buda, es llamada inmanencia. En zazen esta inmanencia, la interiorización de nuestro espíritu, puro y libre de la influencia de los fenómenos inherentes al samsara, es en si misma la transcendencia de un ser despierto, la trascendencia de un Buda, una transcendencia viva, mas allá de lo que consideramos de forma mundana nuestro yo. Vamos mas allá de nuestro yo para encontrar nuestro espíritu en paz, libre de toda sombra, el nirvana si desean. Liberados de toda impurezas acumuladas en nuestro espíritu podemos sentir la realidad directa y no las ilusiones que a cada instante creamos.

Y a pesar de todo en la vida cotidiana continuamos a entretener los lazos que nos mantienen en el samsara. Porque? Se dice que hay tres lazos que nos atan al samsara.

El primero es la creencia de una existencia individual, Yo. Es un veneno porque nos separa de nuestros semejantes. Creamos categorías, separándonos de la naturaleza con todas las consecuencias que vemos hoy en día, nos aislamos en lugar de abrirnos tomando el riesgo de olvidar toda compasión. Es un veneno para nosotros mismos puesto que no nos conduce a una satisfacción completa de nuestra existencia, igualmente para todos puesto que nuestro comportamiento puede volverse realmente egoísta. Esto es desgraciadamente lo que ocurre en nuestra época. En lugar de esto, consideremos cada persona como portador de la naturaleza de Buda, como alguien que posee el despertar en el fondo de su espíritu y ayudemos a que lo descubran en si mismos.

El segundo lazo es el creer en la eficiencia de las practicas ascéticas y las ceremonias. Sorprendente no? Las ceremonias no son chamanismo, para nosotros es la ocasión de no atarse a las formas, pero de verlas como un medio hábil, un espejo, una simbólica que nos permite conectarnos a nuestro espíritu religioso, a estar atentos a nuestro comportamientos, a nuestros gestos y darles un sentido mas allá de nosotros mismos, conectado a nuestro espíritu del despertar. En lo que concierne las practicas ascéticas, basadas mas bien en la antigüedad y que algunos creían que con tales practicas podrían acercarse a la iluminación. Como Sakyamuni en sus años errantes. A pesar de todo, un poco mas de ascetismo, una actitud razonable in todas las cosas no nos puede hacer ningún daño a  nosotros que vivimos en Occidente.

El tercer lazo es la duda estéril con relación a la enseñanza de Buda Sakyamuni. La duda estéril no lleva a ningún sitio, dudar de todo sin la luz de la sabiduría seria inútil, no produce nada y nos encerrara entre muros sin salida favorable. A pesar de ello, estar seguro de todo tampoco es productivo, puesto que ello no nos invita a una dinámica de cambio de nuestro espíritu. Una duda razonable, generadora a buenas preguntas, permite al contrario engendrar una reflexión profunda, propicia a descubrir mas clarividencia.

Si se instalan dudas respecto a la enseñanza del Buda-Dharma en nuestro ser, si dudamos al sujeto de las verdades de los nobles, del óctuple sendero, del beneficio de los paramitas y de toda enseñanza hábil y compasiva del Buda Sakyamuni, nuestro espíritu despierto se pierde en el camino y caemos directos en los meandros de nuestro yo como un pájaro que pierde sus alas. Nuestra practica se transforma en una banal forma de sentarse comúnmente llamada meditación, como muchas tantas otras, dirigidas únicamente hacia nuestro bienestar. El riesgo es de no manifestar ningún trascendencia y de estar una practica de alguien que se considera único y que solo aspira a su bienestar. Es una practica muy desarrollada. Entonces,  los adeptos del Buda-Dharma no deben caer hay dentro.

Como crear esta inmanencia en nuestra existencia?

Empecemos por nuestras acciones en el dojo, que se convierte en el lugar de la Vía justamente por nuestra presencia y nuestras acciones, si no fuese así, esto seria un lugar común, alquilado a una agencia y sometido a un alquiler como todo local. Que actitud tener para transformar este lugar en un verdadero lugar de practica?

Etienne Mokusho Zeisler dice: « En todas las circunstancias, en todos los aspectos de nuestra vida, existe la verdad eterna. »

Entonces se trata de transformar el espíritu con el que actuamos de manera que la verdad eterna pueda aparecer. Nosotros podemos crear las condiciones para que esta verdad aparezca de forma inmediata y luminosa pero hay que comprender bien que nuestras acciones no pueden crear esta verdad por ellas mismas, pero si nosotros llenamos las buenas condiciones, entonces nos será evidente. Y también todo es enseñanza, mismo nuestras propias acciones son nuestra enseñanza.

Primero esta el zazen, Zazen no es una simple meditación, es la certificación en nosotros mismos de la inmanencia des Budas y de todos los Patriarcas que nos han precedido en el zafu, en nuestro espíritu abierto. Nosotros los actualizamos y actualizamos la enseñanza del Buda Sakyamuni,  primer ser despierto de nuestra escuela, con todas sus virtudes, y no solamente nosotros calentando un zafu, como la expresión de Densho Sensei. Todo esto gracias a la noble postura de nuestro cuerpo, nuestra respiración viva y fuente de oxigeno, y el abandono de la supremacía de nuestro mental. Entonces con este espíritu, este cuerpo mortal nos vamos mas allá de nosotros mismos en una practica de despertar inmediata. Es una transformación. El significado de zazen se encuentra en la practica por si misma y no en otro lugar, una practica inmanente. Las palabras y las etiquetas desaparecen en beneficio del recogimiento interior, vacío de toda forma, la paz de un despertar que despasa nos consideraciones, le podemos llamar mushotoku, hishyrio, como ustedes quieran. Este vacuidad contiene todo y queda un experiencia del momento, inalcanzable conscientemente. La sombra se borra y deja lugar a un espíritu sin manchas.

Las ceremonias que nosotros practicamos, las veo como simples ceremonias, como acción de gracias, pero no estar dirigidas a alguien en particular, si no a todos y todas, a nosotros mismos igualmente, sin separación.  Realizándolas sinceramente y con atención, nuestro espíritu se voltea del lado del bien naturalmente. Que es lo que manifestamos? Nuestra escuela, nuestra transmisión, nosotros en el momento presente, sin divagar en otra cosa. Es una acción de gracias, un regalo, que nosotros hacemos ofreciendo incienso, cantando, todo esto con lleva en si mismo su certificación en la inminencia. Todo esta en el interior de nuestro espíritu, hay es que la verdadera ceremonia se produce. Inútil de querer darle un sentido al exterior, de buscarle un objetivo, se trata de hacerlo exactamente como todo rito.  Es esto en si mismo que genera su inexplicable significado, como un circulo que se cierra.

Nosotros practicamos igualmente gassho y sampai.

No practican gassho corriendo, pouf !! Una pequeña inclinación y entro. No. Practican gassho con todo su cuerpo y su espíritu. El pararse, inclinarse, delante de todo ser y todas las cosas con las palmas de las manos juntas, es una gran enseñanza. Maestro Deshimaru decía: «  Si no pueden hacer zazen hagan gassho. » Gassho delante los alimentos, delante de la naturaleza y las  temporadas, hagan gassho mientras estén vivos, es el momento. Comprendan que hacen gassho porque están vivos, no hacen  gassho por algo, si no delante todas las cosas. Dejen pasar Buda delante suyo. Desarrollen este espacio de libertad, espacio de devoción. Todo vuestro mundo esta incluido en  este gassho, no lo olviden nunca.

Sampai, prosternar se. Vuestro cuerpo en contacto con la Tierra que os alimenta, como un Buda que reconoce su vida. Levantad vuestras manos con palmas abiertas nos permite de sanar nuestros puños cerrados. Este simple gesto eleva vuestro espíritu por encima de vosotros mismos. No esperen nada, simplemente ofrezcan. Todo esta ahí, su cabeza, sus codos, sus rodillas reposando en la Tierra y sus manos abiertas se alzan.  Sientan la felicidad de hacerlo mientras estén vivos, cada vez es un momento único. Conversando con un amigo musulmán, muy creyente y sincero en su fe, compartiendo el echo de prosternar se. Y el me dijo: « La persona que no puede prosternar se, tampoco puede mantenerse de pie »

Nosotros practicamos kin-hin igualmente, este andar heroico, de pie. No consideren kin-hin como un intermedio entre dos periodos de zazen, considerarlo como una verdadera practica por si misma. Buda de pie es el mismo que Buda sentado, el espíritu es el mismo, solo la postura del cuerpo cambia. Tenerse de pie lleva en si mismo su propia significación.

Y en la vida de todos los días?

Es inútil querer alargar el tiempo de zazen en la vida cotidiana. Etienne  Mokusho Zeisler decía: “ Si ustedes hacen eso, lo primero que les va a ocurrir es que un carro los atropelle cruzando la carretera.”  Decía igualmente: « El tiempo de la fiesta es el tiempo de olvidar zazen. » Vuestra vida cotidiana es tan preciosa que zazen, afecciónenla. Como gestionar nuestro espíritu en la vida cotidiana? Hace mas de 20 anos que hablo de la vía del bodhisattva, pienso que ya lo han comprendido, pero esta vez concierne el espíritu, nuestro espíritu en todas nuestras actividades.

Evidentemente tenemos múltiples actividades mundanas en el mundo que vivimos. Mas allá de esto se trata de transformar esas acciones mundanas en acciones que posean un verdadero sentido en si mismas, en “si mismas” es importante. Un sentido que favorece nuestra Vía del despertar sin perder nuestro tiempo que  es realmente  corto cuando lo miramos.

Tenemos tanta costumbre de hacer cosas en previsión de otras cosas, que nos olvidamos de estar atentos a los actos del momento, olvidando el placer de la vida tal como es a cada instante, tomando el riesgo de no aprovecharla. La felicidad se nos escapa como un papel arrastrado por el viento y nosotros corriendo detrás sin poderlo atrapar. Como si no  despertásemos nunca, y de golpe es demasiado tarde.

No hay sitio ni lugar que este fuera del Dharma. Entonces, que cada una de nuestras acciones reflejen el Buda-Dharma, así ninguna acción será en vano, nuestra existencia saldrá de lo absurdo, nacimiento, muerte, circulen el espectáculo termino y nosotros estaremos satisfechos y libres. Para ello es necesario abrirse y cambiar un poco nuestro espíritu. Solamente nosotros lo podemos realizar, el sentido de nuestra vida esta en nuestras manos. Utilicemos todos los medios hábiles para orientarnos hacia un mundo mas brillante.

Claro esta, esto tiene sus consecuencias. Ningún navegante puede encontrar nuevos países sin perder de vista la orilla de la cual partió. Es una aventura.

Como dice Etienne Mokusho Zeisler: « En todos los aspectos y circunstancias de nuestra vida, la verdad eterna existe .» A nosotros  pertenece hacer que la verdad eterna aparezca en cada circunstancia de nuestra vida, que sea en zazen o en las actividades cotidianas. No hay separación entre las dos, puesto que todo absolutamente todo lo que vivimos forma parte de nuestra vida, no tenemos otra vida, no hay vida de recambio, entonces iluminemos la nuestra despertémonos a nuestra realidad. Esto será de forma natural una emanación que  regocijara a cada uno alrededor nuestro.

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